dilluns, 11 d’abril del 2016
El principi del cercle
Reflexión inicial de la Educación Plástica.
La educación
artística debe estar garantizada para todos los individuos tanto en el contexto
de la educación formal como no formal., en cuanto fomenta la creatividad y
proporciona disfrute.
Las artes son un componente
esencial en la formación de los individuos. Desde la danza y la música al
teatro, las artes visuales o las nuevas modalidades de arte digital, todas las
artes proporcionan a los niños y las niñas formas de expresión únicas,
permitiéndoles explorar nuevas ideas, acercarse desde distintas perspectivas a
la realidad y participar, conocer y respetar su propia cultura y las de los
demás. La educación artística no sólo posibilita a los estudiantes una mejor
comprensión del mundo que les rodea, sino que también amplía su perspectiva
para enfrentarse a nuevos problemas, para crear y expresarse desafiando al
intelecto.
Si el arte ha
sido, desde tiempos inmemoriales, un elemento básico e insustituible en el
desarrollo integral y la formación de las personas, actualmente podemos afirmar
que lo es incluso más ya que, como afirma Jason Ohler en un artículo publicado
en el año 2000, "es la cuarta competencia básica en esta era digital [...]
y se está convirtiendo rápidamente en el nuevo alfabetismo de nuestro tiempo
[...] Ya no podemos detenernos en la discusión de si el arte debe ocupar un
lugar central y permanente en los programas escolares; debe hacerlo. En la era
digital, las destrezas en arte no son solamente buenas para el alma sino que
además proporcionan, en palabras de Elliot Eisner (1988), acceso al capital
cultural y, en última instancia, acceso al empleo".
Aunque la
educación artística forma parte, con más o menos fortuna, de la mayoría de los
currículos, la calidad de la enseñanza que recibe el alumnado sigue sin estar
garantizada. Esto se debe, al menos a dos razones: por una parte, a que los
responsables políticos y la sociedad, en su conjunto, siguen creyendo que la
competencia cultural y artística no es realmente una competencia básica, en
igualdad de condiciones con otras con más "tradición"; por la otra, a
que esta convicción ha llevado, durante mucho tiempo, a descuidar la formación
inicial y permanente del profesorado de artística.
Asegurar la presencia de la educación artística en
todos los sistemas educativos y propiciar espacios para la formación artística
en el ámbito de la educación formal, así como comprometerse con la formación
del profesorado deberían ser dos factores a tener muy en cuenta en las metas educativas.
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Reflexió inicial sobre l'educació artística
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